Una de las perturbaciones más peligrosas en las instalaciones de paneles solares, son sin duda las sobretensiones producidas por las descargas de rayos eléctricos, que se propagan a través de las línea eléctricas y pueden provocar daños en la instalación fotovoltaica.

La descarga eléctrica de un rayo supone una intensidad enorme durante un pequeño instante de tiempo. Está intensidad como sabemos por los principios de electromagnetismo crea un campo magnético a su alrededor proporcional al nivel de intensidad del rayo.

El campo magnético creado por el rayo induce tensiones en las espiras o conductores al atravesarlos, de manera similar al fenómeno de electromagnetismo por el cual funcionan los motores.

La tensión que se genera es proporcional al diámetro de la espira que atraviesa el campo magnético, de ahí la importancia de minimizar los bucles o espiras creados con el cableado de las placas solares.

Instalación defectuosa ya que al discurrir por áreas separadas el cable positivo y el cable negativo, cramos una espira enorme que al ser atravesada por el campo magnético producido por el rayo creará sobretensiones enormes

Instalación correcta , hemos juntado el cable positivo y el negativo lo antes posible de manera que el área que abraza el conductor es mínima y por consiguiente no será atravesada por mucha intensidad de campo magnético. Se produce una sobretensión muy pequeña.

Protector de sobretensiones

Todas las instalaciones deberán contar con protector de sobretensiones tanto en el lado de corriente continua como en el lado de corriente alterna.

Si tenemos en cuenta que el 95 % de de los rayos tienen una instensidad inferior a los 20 K Amperios, la capacidad de descarga de los descargadores de sobretensiones deberá ser igual o superior a los 20 KA. Habitualmente se usan inversores de 40 KA.

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