En el caso de apoyos de hormigón o madera la elevación puede hacerse manualmente mediante caballetes y pértigas, aunque lo normal es realizarla con grúas autopropulsadas o mecánicas.
Para el caso de apoyos formados por estructuras metálicas se podrá montar la estructura en el suelo y elevándola una vez montada mediante pluma y torno con uno de los extremos sujeto a la cimentación, o también es posible montarla por tramos sobre el terreno.
Una vez se ha elevado se procede al compactado del terreno extraido y al hormigonado.